Es fundamental rodearnos de lugares armoniosos, y por esto debemos llevar siempre presente los colores para decoración.
La productividad depende mucho de lo anímico
Es un hecho que nuestro estado anímico está muy ligado con nuestra eficacia. Cuanto más contentos estemos, más rendiremos en el trabajo.
Para hallar ese ámbito armonioso, hay que tener un color que nos estimule, pero, que paralelamente, no nos genere estrés.
Por ello es aconsejable no caer en tonos con alto contraste como puede ser el blanco y el negro, o colores complementarios.
El Equilibrio acorde a los materiales
Hallar un equilibro de materiales, colores y texturas contribuye a impedir la monotonía y a ser más creativos.
Por esto hay que crear y unir bien las ubicaciones de trabajo, pintarlas e iluminarlas como corresponde para cada actividad que se desarrolle en ella.
No tienes por qué seleccionar un único color, puedes unir numerosos tonos procurando que haya armonía entre ellos y el resto de elementos que complementan el espacio, como los muebles.
Elección de colores
Como regla establecida se opta por colorear las oficinas de colores neutros, siendo el blanco roto y el gris claro los más usados.
Blanco: El color blanco siempre es apuesta segura. Contribuye a la concentración y además de luminosidad, va a proporcionar un aspecto de limpieza y orden en general. Para que no resulte bastante aséptico conviene meter algún toque de color de forma muy sutil.
Gris: Un color muy lindo y moderno, que combinando con materiales como el metal o la madera va a proporcionar mucho despejo al espacio.
Se debe tener cautela con los colores empresariales de una compañía, porque no en todos los casos son los más correctos en el momento de la decoración de una oficina. Tienen la posibilidad de ser tonos muy agresivos que a la larga perjudicarán negativamente a la productividad.
De acuerdo con la gama cromática, los colores se dividen en cálidos o fríos.
COLORES CÁLIDOS
Los colores cálidos son la gama comprendida entre el amarillo y el magenta, y se nombran de esta forma porque se asocian a la luz del sol.
Son tonalidades que estimulan transmitiendo fuerza, alegría y movimiento, por lo que se les conoce igualmente como colores activos.
Naranja
Los tonos naranjas enfrentan la fatiga y mejoran el nivel de optimismo. Es un color que expresa proximidad, por lo cual contribuye a interactuaron los otros de una forma conciliadora.
Es perfecto para un hall de bienvenida o zonas de descanso, como oficinas y cafeterías. Espacios donde la comunicación es más dinámica e informal.
Amarillo: El amarillo simboliza la luz, la energía. Es un color que ayuda la actividad cerebral, estimula la comunicación y la imaginación.
Es aconsejable usarlo en espacios donde se desarrolle un trabajo en grupo, como salas de juntas o reuniones.
Rojo: Uno de los colores más fuertes de esta gama, el rojo pone activa el sistema nervioso y el ritmo cardiaco.
Apoya la firmeza y la objetividad, por lo cual nos va a ayudar a emprender temas muy importantes. Aseguran que el rojo es un muy buen antídoto contra el temor y la timidez.
Se debe tener precaución si se usa en exceso puede ser bastante impetuoso. Conviene usarlo en pequeñas dosis, preferentemente en mobiliario y complementos de oficina.
COLORES FRÍOS
Los tonos fríos representan toda la gama de azules y sus derivados, los verdes y violetas. Son tonos que se asocian con el agua y el hielo, de ahí su designación.
Estos colores acostumbran trasmitirnos calma, quietud y sensatez, por eso se les llamaba colores pasivos.
Azul: El azul disminuye la tensión sanguínea y ejerce un efecto relajante, por lo cual nos da tranquilidad y seguridad
Verde: El verde representa la luz de la naturaleza, por consiguiente, la estabilidad y la armonía.
Es un tono que estimula la concentración, la capacidad el talento y la imaginación.